10 puntos importantes al elegir tu Interface de audio

La elección de una interface de audio (o interfaz) es importante dado que es un componente que nos acompañará por largo tiempo y pueden tener precios muy dispares que no siempre nos ofrecerán retorno si no elegimos bien, así una interface más barata por unos conversores de menor calidad pero con la configuración en E/S adecuada nos dará más satisfacciones que otra, por poner un ejemplo obvio.

Existen por tanto variados factores a tener en cuenta al elegir una interfaz de audio para usos musicales, y aquí te valoramos algunos de los que consideramos más importantes:

Número de entradas y salidas: Es importante elegir una interfaz con el número adecuado de entradas y salidas para cumplir con tus necesidades actuales y futuras si piensas crecer en tus aplicaciones o trabajos. Así mismo, decidir el número de entradas de micro totales realmente necesarias para ti es un factor importante pues la calidad de los previos de micro se traslada de forma directamente proporcional el precio total de la interface dado que si son de calidad, pueden ser un com,ponente caro.

Calidad de sonido: La calidad de sonido es crucial lógicamente ya que de lo que hablamos es de grabar y reproducir audio, así que es importante elegir una interfaz con una buena relación señal-ruido en sus entradas y salidas  y una respuesta de frecuencia precisa. La calidad de una tarjera de audio se ha asociado a sus registros digitales como frecuencia de muestreo y profundidad de bits, pero hay que decir que no siempre lo que se vende a nivel comercial se ve reflejado directamente en la calidad. Así, una interface de 192 Khz podría parecer mejor, pero eso podría quedar eclipsado por una calidad de previos peor o una peor relación señal / ruido debido a componentes analógicos peores

Compatibilidad con tu ordenador y tu sistema operativo: Es importante elegir una interfaz que sea compatible con tu sistema operativo y tu computadora, ya que algunas requieren una conexión específica (USB, FireWire, etc.). Además, podemos beneficiarnos de ventajas como el hecho de que la interface sea compatible entre ordenadores portátiles o de sobremesa, o entre dispositivos móviles como tablets o el mismo móvil, con los que podríamos realizar grabaciones de campo con gran comodidad.

Latencia: La latencia es el retraso entre la entrada de un sonido y su reproducción, y es importante elegir una interfaz con latencia baja para evitar problemas de sincronización. Algunas interfaces para evitar esto, disponen de mezclador interno de manera que la monitorización de la señal entrante puede hacerse de forma directa e incluso añadiendo efectos internos a la señal, como reverb, eq o compresión.

La latencia está directamente relacionada con que los drivers y el dsp interno de la interface sean de calidad, por ello muchas interfaces tienen un rendimiento diferente de usarse los drivers del propio sistema operativo o unos específicos como los llamados ASIO, desarrollados para cada interface y para usar programas de grabación para Windows. Los ordenadores Mac hace muchos años desarrollaron drivers rápidos que hacen innecesaria la instalación de ningún otro. Desde Windows 10 se dispone tambien de drivers de sistema rápidos y estables.

Control de volumen: Es importante elegir una interfaz que te permita controlar fácilmente el volumen de las entradas y salidas. Algunas disponen de un mando de grandes dimensiones que permite cómodos ajustes del volumen de escucha en el estudio, así como ajustes precisos de la ganancia de cada una de las entradas de micro.

Características adicionales: Algunas interfaces tienen características adicionales como ecualización, compresión o efectos como reverb o delay, que pueden ser útiles en determinadas situaciones. El paquete de software añadido por el fabricante puede en algunos casos ser de gran calidad y motivo más que suficiente para cambiar nuestra decisión de compra.

Algunas interfaces de audio pueden usarse como mesas de mezclas sin conectar a un ordanador y otras pueden usarse como conversores de audio analógico a digital y las podemos usar como añadido de entradas y salidas en otra interface que no tenga tantas. Todas estas opciones nos pueden resultar de gran utilidad si las hemos previsto antes y mejorar nuestra inversión.

Tamaño y peso: Si planeas transportar tu interfaz de un lugar a otro, es importante elegir una que sea de tamaño y peso adecuado para ti. Además, existen dispositivos novedosos, que tienen toda la funcionalidad de una interface de audio, estando equipados de micros de captación de gran cadidad y siendo capaces de grabar en tarjetas de memoria. Podríamos considerar que son interfaces de audio con factor forma y funcionalidad diferente de lo típico.

Aunque todos podamos tener en mente lo que es una interface de audio estándar hoy día, existen hoy en día múltiples equipos que tienen aplicación como interface de audio. Así encontraremos, desde mesas de mezclas de DJ a grabadoras digitales o incluso mesas de mezclas digitales en formato rack, que podrían usarse como interfaces de audio porque de hecho lo son.

Coste: El coste  final es un factor importante, pero es importante recordar que a menudo se obtiene lo que se paga, por lo que es importante elegir una interfaz que tenga las características que necesitas al precio que puedes pagar. La interface de audio puede ser un componente (si tienes en cuenta nuestras recomendaciones) que te acompañe largos años sin dar un solo problema, por lo que invertir un poco más en ella quedará muy diluido en el tiempo.

Marca y fiabilidad: Es importante elegir una interfaz de un fabricante conocido y de buena reputación que ofrezca servicios de garantía de reparación en tiempos adecuados, ya que una interface de calidad es importante para garantizar la fiabilidad y la calidad del sonido obtenido en nuestro estudio al grabar o mezclar por lo que define la calidad final de nuestra producción.

Recuerda: la mejor interfaz para ti dependerá de tus necesidades individuales, así que es importante considerar cuidadosamente cada uno de estos factores antes de tomar una decisión.