Aprender a tocar la armónica: 5 Consejos
Aprender a tocar la armónica nunca fue tan fácil y tan accesible. Te damos 6 consejos prácticos para que te lances sin miedo a por todas.
1. ¿Qué tipo de armónica necesito para aprender a tocar? Diatónica o cromática.
Aprender a tocar la armónica hoy en día es más fácil que nunca. En primer lugar debes saber que hay 2 tipos de armónica, principalmente: diatónica o cromática.
Las diatónicas también son conocidas como armónicas de blues, y están afinadas en una tonalidad concreta. La mayoría de transcripciones que se encuentran en la red están en tonalidad de Do Mayor, por lo que tal vez sea buena idea comprar una de estas para nuestro primer contacto. En la diatónica, unas notas se ejecutan soplando y otras aspirando.
La armónica cromática nos permite ejecutar todas las notas musicales. Aquí da igual si soplas o aspiras, porque el tono de la nota se controla con una palanca.
2. Elegir nuestro modelo para aprender a tocar la armónica.
Lo bueno que tiene la armónica es que es un instrumento pequeño y la puedes portar con facilidad, lo que te permitirá llevarla contigo y practicar en cualquier sitio.
De entre los modelos diatónicos, el clásico es la Hohner Marine Band 1896. Pero también nos brindan modelos como la Hohner Special 20 que puede resultar más cómoda, y también la Hohner Rocket cuya construcción es más moderna, combinando otro tipo de materiales.
3. Accesorios para aprender a tocar la armónica.
Es de vital importancia que sepamos mantener el tempo al interpretar las canciones, sobre todo cuando estamos empezando, ya que nos ayudará a interiorizar este mecanismo. Si es la primera vez que estamos tocando un instrumento, entonces lo más recomendable es hacernos con un metrónomo.
Una opción es el metrónomo Korg MA-2.
4. Posturas correctas para empezar a tocar la armónica.
Tener buenos hábitos y rutinas desde el principio nos evitará viciar errores que luego nos costarán más esfuerzo rectificar.
Primeramente, comentar que la armónica se coloca entre los labios, no sobre ellos.
Al comienzo, tal vez sería interesante practicar técnicas de respiración, ya que se usa tanto la aspiración como la expiración para tocar.
Seguidamente, ya sea que toques de pie o sentado, lo ideal es tener el cuerpo relajado, sobre todo hombros, cuello y músculos faciales. Mantener la espalda derecha, y evitar mirar o soplar hacia abajo, ya que puede entrar más saliva de la cuenta en el instrumento.
Puedes mantener la cabeza fija y mover la armónica o al revés; mantener la armónica fija y mover la cabeza, e incluso una combinación de ambos movimientos. Ten en cuenta que si algún día quieres tocar guitarra a la vez que la armónica, necesitarás mover la cabeza porque tendrás la armónica en un soporte fijo.
5. Metodología. Conoce tu instrumento.
Partes de la armónica.
La armónica se estructura como un bocadillo de 3 ingredientes. Las 2 partes de pan serían la cubierta superior e inferior.
La siguiente capa sería la placa superior, por la que suenan las notas sopladas. Y la placa inferior por la que suenan las notas aspiradas. Las placas se componen de ranuras.
Y entre medias encontramos el peine, que se compone de celdas o canales.
Se suele recomendar empezar por aprender acordes (3 celdas) para pasar a ejecutar notas limpias más adelante.
A partir de aquí es cuestión de practicar y mejorar la embocadura (posición de los labios) y sus diferentes formas.
Como con todo instrumento, debes empezar por ejercicios sencillos y no querer correr. De ahí la importancia del uso del metrónomo. Te ayudará a establecer un tempo lento, para poderlo ir aumentando a medida que tengas más destreza.
Por último, puede ser muy útil grabarte para escuchar tus avances.
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